Octubre de 2009
Estimados Amigos del Distrito 4855.
El tercer jueves de noviembre se celebra el día del Aire Puro. Generalmente, lo resumimos para instar a los fumadores, a que durante ese día intenten no fumar. Simplemente se trata de la mínima expresión de lo que significa el aire para la vida.
Aquellos que han tenido la oportunidad de estar presentes en los foros en los que hemos participado como invitados, han podido observar que hemos tratado de enmarcar la discusión sobre los temas ambientales. Y en ellos habrán visto, como en numerosos mails que llegan a nuestras casillas que se habla de la importancia del agua. Inclusive en nuestra carta mensual anterior mencionamos este tema. Pero poco se habla del aire.
Veamos. Necesitamos el aire más que el agua o los alimentos: una persona normal toma 2,5 litros de agua y cerca de 1,5 kg de alimentos por día, pero en ese mismo tiempo requiere entre 15 y 20 kg de aire atmosférico, esto equivale a un volumen de alrededor de 12 mil litros. Y además, podemos seleccionar casi siempre el agua que bebemos y los alimentos que ingerimos, pero no podemos hacer lo mismo con el aire que respiramos.
Ni siquiera podemos prescindir de él por más de 3 minutos. La quinta parte del aire que consumimos es oxígeno, sustancia absolutamente necesaria para mantener la vida. Si nuestro sistema respiratorio nos sirve para transportar oxígeno hasta la última célula viva de nuestro cuerpo, también lo hace para tomar de la atmósfera sustancias tóxicas.
También es conocido el hecho de que, a partir de la revolución industrial, las concentraciones de contaminantes han crecido rápidamente en nuestra atmosfera. Este hecho adquiere relevancia al momento de imaginar que estamos incorporando sustancias que pueden llegar a ser muy nocivas a nuestro organismo, especialmente para aquellas personas susceptibles, como infantes, ancianos y mujeres embarazadas.
Fenómenos como efecto invernadero, disminución de la capa de ozono, nube tóxica, lluvia ácida, son sólo algunos ejemplos concretos de contaminación atmosférica.
Por eso, este día del aire puro, prestemos atención a lo que podemos hacer para disminuir la contribución de contaminantes al aire, que seguramente será mucho más que no fumar durante ese día, que no es despreciable. Siempre resumimos en lo mismo: ser eficientes con el uso que hacemos de las cosas. Caminar más, usar menos el auto o usarlo de modo adecuado, tratar de utilizar medios de transporte público, regular los sistemas de calefacción o acondicionamiento de los ambientes, son sólo algunas de las tareas que podemos efectuar para colaborar en la disminución de la emisión de gases contaminantes.
Por supuesto que queda una parte importante, que está en manos de las autoridades nacionales, provinciales y municipales, que regulan y controlan a la industria y al parque automotor público, los que deberán ejercer el papel para el que fueron asignados, y controlar que los mismos funcionen dentro de los rangos estipulados por la legislación vigente.
Tenemos mucho más para comentarles sobre la contaminación atmosférica: tipos de contaminantes, fuentes, peligrosidad, consecuencias. En otras oportunidades les iremos enviando material de divulgación, o bien quedamos a vuestra disposición para responderles a aquellas inquietudes que en surjan en los clubes del Distrito.
Les enviamos un fuerte abrazo.
Ing José Luis Licursi
RC El Palomar
Coordinado GMA – D4855
jllicursi@sinectis.com.ar
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